martes, 6 de noviembre de 2018

Arturo Merino Benítez versus Pablo Neruda


Y dale con que las gallinas mean. Y dale con la constante insistencia de la izquierda por instaurar una manera de ver el pasado estrictamente bajo su miope mirada sectaria... como si no hubiesen temas extraordinariamente relevantes que discutir. 

Dale con cambiar el nombre de nuestro principal aeropuerto que con toda justicia hace honor y recuerdo al prócer de la aviación chilena comodoro Arturo Merino Benítez, por el del vate Pablo Neruda. He escuchado decir que sería un homenaje al extinto poeta a los 40 y tantos años de su fallecimiento. 

Nadie puede dudar de la fama de Neruda y que muchos conocen Chile a través de su nombre, pero nadie puede discutir lo poco que gana en relevancia su nombre al nombrar al aeropuerto de dicha manera. Neruda era un hombre de izquierda y es un “héroe” político para quienes miran el mundo bajo esa fracasada óptica. No hay, en estricto rigor, la más mínima razón para cambiar el nombre, pues seguirá siendo SCL simplemente.

Estamos llenos de nombres de hitos urbanos que recuerdan a hijos de la manida izquierda sub-realista chilena, de hecho, el mismo Neruda cuenta con varias calles y villas a nivel nacional. Se cambió el nombre a la Avenida 11 de septiembre en un intento de olvidar, opacar, ensuciar, denigrar, modificar o quién sabe qué, lo que sencillamente ocurrió y que nadie debiera olvidar. Bauticen una estrella con el nombre de Neruda, así sería patrimonio universal. Nombren a todas las locomotoras (de nuestro gran y eficiente sistema  de ferrocarril) como Pablo 1 , 2 , 3 Neftalí 4, o como Rayo Rojo, o Internacional 1 ,2, etc. Cambien el nombre a Reñaca y póngale playa VATE, o lo que quieran discutir nuestros insignes Parlamentarios.

Pero la verdad es que muchos estamos aburridos, porque para ser honestos, a los precursores de esta magnífica idea no les importa un soberano carajo la fama de poeta de Neruda, sólo les interesa llenar a la sociedad de íconos izquierdistas que les permita seguir engañando a los ilusos seguidores de la falacia de la igualdad con próceres que tuvieron la mala idea de profesar doctrinariamente igual que ellos. 

Así, no les quepa duda que jamás moverán un dedo para exaltar a Huidobro, que no es lo mismo para la Mistral, ni van a mover una hoja para otorgar algún homenaje trascendente a Claudio Bunster ahora que no es Teitelboim. Así es y así será. La utilización de nombres aparentemente afines  a ideologías que ni siquiera conocieron , como es el caso de Manuel Rodríguez (quien nació, vivió y murió antes del marxismo revolucionario y fue profundamente nacionalista ), o Lautaro, es una constante en el discurso mentiroso de la izquierda.

En resumen, dejen al aeropuerto tranquilo con su nombre de siempre, dejen de vender pomadas intelectuales insostenibles (Neruda y la Aviación no hay nexos) , dejen a la gente en paz , no le mientan más.