martes, 10 de marzo de 2015

Querella por estafa...

Después de todo parece que no andaba muy perdida con mis pronósticos del caso Caval. Resulta que, como era de esperar, el comprador de los terrenos de Machalí (el que compra a Caval) se querella por estafa. ¡¡¡Era que no!!! Si ya no hay negocio para él, compró creyendo que el cambio de uso de suelo era una realidad, pero como hoy aquello parece que no va a ocurrir, el negocio se fue a las pailas.

Sin embargo, cuidado, que hay una arista de este tema que es más complicada y reviste otro carácter: Dávalos y Cia., como consecuencia de lo anterior, efectivamente ofreció seguridades más allá de lo normal al comprador para realizar el negocio. ¿Habrá sido algo así como… “No te preocupes, el cambio de uso de suelo es un hecho, yo tengo suficiente influencia como para que ocurra sí o sí”? Entonces si la querella por estafa, donde la estafa está en haber asegurado características que no se cumplen del bien comprado, se acepta y se falla a favor del demandante, se demostraría automáticamente que hubo uso y abuso de información privilegiada e influencias impropias de parte de Dávalos debido a su condición de hijo de la innombrable. Esto es, sin duda, un delito y debiera ser perseguido con la misma fuerza que se persigue a los implicados en el caso Penta.

Deseo que la justicia sea capaz de demostrar una independencia ideológica y actúe como muchos chilenos esperamos y no como lo ha hecho durante estos últimos años fallando siempre de una forma que trasluce preconceptos acerca del bien o el mal dependiendo del sector.

Innombrable, renuncia ya!

miércoles, 4 de marzo de 2015

Bono Volcán


La loca geografía y geología de nuestro país vino en ayuda de la innombrable. La erupción del Villarrica, hasta el momento bastante menor, ha sido el bálsamo que tenderá a lavar la excrecencia que cubre a la mandataria. Armó maletas de inmediato y cortó en un ¡zas! a la novena región para encabezar el comité de crisis en terreno.

Ha dictaminado que, efectivamente, el volcán hizo erupción pues lo vio con sus propios ojos y no se enteró por la prensa, lo cual es ya un avance significativo. Dictaminó también emergencia agrícola para paliar en mejor manera los problemas de los agricultores damnificados potencialmente por el fenómeno. Creo que debería considerar la propuesta de declarar al volcán Villarrica enemigo público número uno de la nación. Lo curioso es que frente a otros problemitas graves de la región, como lo es el tema de los mapuches terroristas (que no son los mapuches mayoritarios, pero si los más ruidosos y peligrosos), que asaltan, roban, expolian en concubinato con una feble CONADI, amenazan, queman y matan no se oye padre. O con los problemas derivados de la falta de incentivos de inversión permanente en la zona, para lograr trabajo para la gente. O los gravísimos incendios que han dañado más territorio que lo hecho por el volcán……pero, no, ella sólo privilegia a la región con su presencia en vacaciones de ella misma y cuando el volcán está operativo.

Lo cierto es que su manejo de crisis es harto pobre, porque a varios no se nos olvida que algún rol debió jugar en la cagadita del príncipe consorte, que mintió para el terremoto, que trata de tapar la bulla con el bono marzo (que no lo paga ella , sino todos los ciudadanos de este país con nuestros impuestos, en una versión libre del conocido “Chile ayuda a Chile”), que inauguró un hospital con pacientes falsos sabiéndolo, que ha ganado millones con los puestos públicos, que hasta está en duda si es de verdad médico, etc., etc.

Un país como el nuestro no puede seguir aceptando un discurso en el cual se proponen ideas que aparentemente son fantásticas, pero que no tiene otro objeto que imponer una visión del mundo donde ellos, los verdaderos privilegiados, imponen su visión de libertad, de igualdad, de repartición de la riqueza, pero siempre desde la posición privilegiada del que no tendrá que sufrir el reparto igualitario de la pobreza. Ejemplos hay miles: Allende y su modesta casita en Las Condes, su whisky y fiestas, Neruda y su colección de chozas, Maduro, Chávez y los Castro….Todos sufrientes ángeles.

¿Qué derecha y qué izquierda? puras tonteras. El decálogo de la sociedad sana y creciente no es otro que gente que entiende que tiene que trabajar, que tiene que pagar sus impuestos, que tiene que esforzarse, niños que estudian de verdad, profesores que quieren serlo, empresarios que se desarrollan….una sociedad de desiguales porque allí está la verdadera riqueza, en la diversidad de talentos… y el Estado, muy importante, pues debiera sólo preocuparse de entregar a todos los ciudadanos paz, seguridad, salud y educación… discriminando, haciendo pagar al que puede, dándole gratuidad al que no (y lo merece), solventando la pobreza con educación y no dando limosnas.

Chile es suficientemente rico como para no tener pobres en la miseria pero falta desarrollo y voluntad política de dar selectivamente, de entregar vías, caminos de superación, programas que no se consuman en el costo de la propia aplicación.
No más ideologismos baratos, pasados de moda, autodestruidos. No más nepotismos de ninguna especie, ni privilegiados por posición política, ni uso de información privilegiada, ni tontos útiles, ni útiles tontos, deseamos gente que trabaje por lo que se les paga y no por sus egos inmensos. No queremos más Andrades , ni una C.U.T. que se representa solo a sí misma, ni trabajadores del cobre (CODELCO) que cobran casi todo el sueldo de los chilenos (cosa que curiosamente no ocurre en la minería privada, dicho sea de paso), ni pseudointelectuales de izquierda trasnochados que aspiran a ojalá no ser entendidos nunca, ni políticos vendidos por plata, ni oligarquías.

Queremos un país que mire para adelante con desafíos claros: debemos aumentar nuestra productividad, debemos cuidar a nuestros viejos y premiar a nuestros mejores jóvenes, debemos forjar mano de obra calificada, debemos lograr un sentido de responsabilidad en los trabajadores más allá del simple cumplimiento, debemos lograr tener políticos que piensen en el bien real del país y no en si ponen sal en la mesa de un restaurante o no. En fin, debemos ser hacendosos y trabajadores, honrados, leales, responsables y cultos.

Ya tengo 50 años, ojalá que mi hija al menos pueda ver a mi país alguna vez transitar por el verdadero camino del desarrollo y no estancarse en ideologismos de tercera clase que hacen perennes los problemas sociales arrogándose el conocer la llave de la solución.


Innombrable, renuncia ya!