He estado leyendo los cientos de comentarios realizados después de que la
innombrable hiciera sus declaraciones de ignorancia frente al quehacer de su tristemente
célebre hijo. Y me encuentro con una tremenda tendencia de los opinantes a
denostar la ganancia de 3000 millones que el niñito obtuvo en su negocito, como
si ese fuera el pecado. Hay mucha gente aún en nuestro país que rasga
vestiduras cuando conoce los montos de las ganancias que algunos pueden
tener y no sé si es por envidia o un mal entendido concepto de “igualdad”.
A propósito de ello, también escuché algunos “comunicadores sociales” criticar
ácidamente que Farkas llevara puestas alhajas y ropa por más de 100 millones,
donde ello era un insulto a la moral. Que yo sepa Farkas no le ha robado
nada a nadie y si tiene y quiere gastarlo en pilchas es problema de él y de
nadie más. Eso sin considerar su permanente generosidad con y sin publicidad
que demuestra que al menos comparte parte de lo gana o tiene.
Pero volviendo al tema principal, el problema no es la ganancia que
alguien legítimamente pueda lograr con un negocio, el problema es que la forma
es extraordinariamente perversa. Todo en la vida del mencionado hijo ha
sido dado en función de quien es la madre. Nadie logra ser contratado en la
Dirección General de Relaciones Internacionales recién egresado con un puesto
alto. A nadie, que no sea él, se le permite trabajar en la OMC y al mismo
tiempo tener una empresa privada que obtiene sus ganancias derivadas de la
“posición privilegiada” de uno de sus socios. A nadie que no sea él lo recibe
el mandamás de un banco, menos Luksic. A nadie le prestan sin patrimonio 6 mil
millones, con una empresa de menos de un año de existencia. Sigo preguntándome
¿qué ofreció al banco? ¿cómo garantizó de verdad el préstamo? ¿pagó ya? ¿por qué
el comprador, que sabe completamente de lo que se trata el negocio, no pudo
comprar directamente? ¿qué se le prometió? ¿qué va a pasar ahora cuando al
parecer no habrá cambio al uso del suelo comprado? ¿el comprador se quedará con
las tierras a un costo que no podrá retornar? ¿no va a decir algo?
Hay muchas preguntas que al momento no tienen respuesta y muchas otras
que surgirán del desarrollo de los hechos, pues esto es normal y pan de cada
día para quien funciona de esta manera y tiene una mamita como él.
¿Por qué no informa su verdadero patrimonio compartido con su mujercita?
(la chocita en Julia Bernstein en La Reina, algún departamentito, los autitos
Lexus… ¿cómo los habrá comprado? ¿legítimamente o con favores? (hay que pagar
los favores… no se olviden) ¿cuáles han sido y son los ingresos reales de la
parejita? ¿provenientes de dónde? ¿pagan sus impuestos? ¿a qué se van a dedicar
ahora?
Bien, pero ¿creen ustedes que un hecho como éste y otros que hemos
estado viendo simplemente se salven pidiendo disculpas o renunciando
momentáneamente a la teta que da leche permanente? A mí al menos no me
basta, creo que el Estado está lesionado, tal vez no económicamente, pero si en
la credibilidad y honra de las instituciones. Para mí, hay delito y ese delito
se llama abuso de posición privilegiada.
El Consejo de Defensa del Estado, quienes en su misión exponen “El
Consejo de Defensa del Estado es la institución pública de Chile que asesora,
defiende y representa los intereses patrimoniales y no patrimoniales del Estado
de Chile y sus Organismos, tanto a través del ejercicio de acciones y defensas
judiciales como extrajudiciales”, debe
hacerse parte ya! ¿Qué espera? ¿Acaso no hay evidente lesión de los intereses
del Estado? ¿O sólo funcionan cuando los delincuentes no son “hijos de…”? Es
más, son ellos los llamados a dejar sin culpa al niñito, pero después de
realizar un proceso como corresponde a un país que se dice serio.
Así es… y muchos que todavía creen que la innombrable
es ingenua, es que miran pero no ven. Recuerdo, probablemente el más claro ejemplo
de cómo es, el video en donde doña se entera claramente de un tsunami, que ya
ocurrió… y aparece al tiempo después declarando que no ha habido tsunami
alguno, sólo para excusar su actuar. Claramente, es más fácil decir no lo supe que
decir lo supe y no hice nada. Eso la retrata en cuerpo entero.
Yo en tu lugar, renunciaba. Ándate pa’ la casa mejor.